Casas Ecológicas con Madera



Las construcciones en madera como alternativa de solución para reducir el consumo de energía en las casas. Por disponibilidad de materia prima, en nuestro país, tiene ventajas comparativas desaprovechadas.
La construcción con madera es básicamente otro tipo de construcción, que implica utilizar un material natural y renovable que requiere un diseño tecnológico detallado y preciso. Se busca alcanzar la optimización energética de la edificación como aporte de solución al cambio climático que afecta al planeta.


El sistema ecológico “Bosque-Arbol-Madera” es reconocido por todos los especialistas, como “adecuado y necesario” para beneficio de la especie humana. Es también otro tipo de construcción debido al balance ecológico positivo para el medioambiente en comparación con los materiales tradicionales de construcción.


De cara al futuro, se debe incorporar al problema “consumo energético” como “factor de diseño” de las edificaciones resaltando que la “madera” como material de construcción es adecuada por su buena capacidad de aislante térmico.


La utilización masiva del material de construcción “madera” es beneficioso para la reducción del CO2, pues demanda un menor consumo de energía durante todas las etapas de la edificación: producción del material, comercialización, utilización, mantenimiento y reciclado.


La producción, el transporte, y la elaboración de un elemento constructivo de “madera” de 1 m3 consume de 8 a 30 KW/h de energía, mientras el material tradicional “hormigón armado” necesita de 150 a 200 KW/h, un material “metálico” consume de 500 a 600 KW/h, y en el caso extremo del “aluminio” se verifica un consumo de 800 KW/h de energía por metro cúbico.


El uso de la madera en la construcción produce un beneficio económico dentro de la fase de producción al requerir menor cantidad de energía, tiene mayor capacidad de aislación térmica una vez en servicio en la edificación, por lo que genera también una reducción importante del consumo energético durante el uso de la vivienda.


La madera también tiene un mejor comportamiento ante el fuego en caso de incendio, no se deforma como el metal o colapsa como el hormigón armado, y permite ser reparada. El mantenimiento es más económico por su sencilla trabajabilidad, y lo más importante es su alto nivel de reciclabilidad.


Muchos sistemas constructivos, que posibilitan el bajo consumo energético, fueron desarrollados inicialmente entre 1973 y 1974, como respuesta a la primera crisis energética internacional en los países desarrollados, bajo el lema de “ahorrar energía”, que permitió el desarrollo de la “arquitectura bioclimática”. Este tipo de construcciones se denominan actualmente como de “Bajo Consumo Energético”, siendo el material constructivo principal: la madera

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